posted on 10.13/filed under Taboo

Recuerdo la primera vez que me hicieron un comentario sobre mi cuerpo. Tenía entre seis o siete años, y a esa edad usualmente es considerado “adorable” ser una niña gordita. Sin embargo, mientras algunas personas te pinchan las mejillas, cuando creen que no escuchas dicen “oye, pero deberías ponerla a dieta, no?”

Yo no sabía que mi físico era algo malo, pero me lo recalcaron muchas veces, al punto que mi mamá me puso a dieta en cuarto año de primaria. No podía comer un típico lunch, como al que estaba acostumbrada; tenía que cenar tres galletas saladas con queso cottage, y rebanadas de manzana. Una vez, fui con una amiga a McDonalds y la señorita de la ventanilla me dijo “eres muy bonita,” a lo que mi amiga me comentó “solo te lo dice porque estás gorda.” Tenía una tía que me decía que siempre debía escoger comida que fuera “light” — No tenía ni doce años cuando me dijo eso. Es increíble cómo, a tan corta edad, esa palabra ya tiene una connotación negativa, y con mucho poder.Comencé a sentirme insuficiente. A pensar que no era lo suficientemente hermosa, o inteligente; que tenía que ser más simpática, y más chistosa. “Todo por que soy gorda,” llegue a pensar muchas veces. Era una estudiante ejemplar. Con buenas calificaciones, excelente memoria, y con una facilidad para hablar en público. Pero para mi familia y seres queridos, eso no era tan importante como el que yo bajara de peso. Hoy, a mis 25 años, la historia se repite, y no creo que termine.

La gordofobia es un problema que no había sido reconocido con anterioridad. Podría deberse a que generaciones pasadas no solían prestarle atención a las repercusiones que los desórdenes alimenticios* tienen en las personas.

Yo era una niña con baja autoestima, y con una relación tóxica con la comida. Eventualmente, mi autoestima mejoró, pero mi relación con la comida continúa siendo una batalla interminable.

Cuando me bajó la regla por primera vez, noté una diferencia rápidamente. Me estiré y adelgacé. Pero, así como yo lo noté, también lo hizo el resto de la gente a mi alrededor; pareciera que había sido mi más grande logro. Las personas no se dan cuenta, pero un simple comentario puede ser el detonante de una depresión, de una bulimia, o una anorexia.

Yo vivía comparándome con las demás, tales como mis amigas y mis primas. Deseaba un cuerpo delgado, una cara afilada, y piernas más flacas. En la preparatoria me di cuenta que me gustaba tener atracones de comida, solo para después vomitar. No lo hice muchas veces, pero sí las suficientes como para darme cuenta que podría estarse convirtiendo en un hábito.

Me dio miedo desarrollar ese problema, así que decidí tratar de mejorarlo con el apoyo necesario. Le conté a mis amigas, quienes me apoyaron, y se lo conté a un ex novio. Él me decía que no debía preocuparme, pero al mismo tiempo, me pedía constantemente que bajara de peso . Me cuesta trabajo creer ahora que, en ese entonces, mi peso era normal.

“Te verías más bonita si adelgazaras” — me encantaría tener un dólar por cuántas veces llegué a escuchar esa frase (y la sigo escuchando).

Desconozco quien decidió, o de donde surgió la idea, que un cuerpo delgado es la representación ejemplar de cómo nos deberíamos de ver.

En la Edad Media, seguían siendo consideradas hermosas muchas mujeres voluptuosas. Lo demuestra el arte que fue creado con ellas como musas.

Tal vez con el tiempo, las críticas, así como los problemas mentales que estás crean, iniciaron esta idea de que un cuerpo carente de grasa es mejor. Pero la sociedad está equivocada; muchas veces, las personas más delgadas no son necesariamente las más saludables. Si realmente la salud fuera algo que se considera importante, prestaríamos más atención a los nutrientes que alguien consume, y no a que tan delgado es. Nunca comprendí porque mi familia y las personas más cercanas a mi eran los primeros en criticar. Se supone que es por tu bien, porque te quieren, pero es precisamente por eso que es donde más te duele. Sentía que hiciera lo que hiciera, lograra cierta meta o cumpliera un logro, nada nunca sería suficiente hasta no ser delgada.

Hoy digo, al carajo con eso. Gracias a la comunidad body positive que se está creando y al apoyo emocional de amigas, he logrado mejorar mi autoestima. Sin embargo, sé que hay muchas otras mujeres, al igual que hombres, que sufren día con día al verse al espejo. No es fácil, toma tiempo y es una batalla constante. Habrá días que no te quieres ni ver, que la báscula te hará llorar y berrear, y otros donde te sentirás una Afrodita. Es importante tocar estos temas para concientizar el problema tan grande que es la gordofobia.

Existe y aún no se elimina. Existimos mujeres como yo, con problemas hormonales, como síndrome del ovario poliquístico, que hace que bajar de peso sea aún más difícil. Existen otras con problemas de tiroides, diabetes, etc. No todas nacemos con la facilidad de mantener un abdomen plano a todas horas.

Al mismo tiempo, las personas delgadas sufren de críticas también. Si alguien es naturalmente delgado, se cree que no come bien, está enfermo, tiene anorexia. En fin, nunca nadie está satisfecho.

Por eso es importante recordar que una palabra puede empeorar el día y la situación mental de una persona sufriendo por su físico.

No recuerdo bien cuando, pero hace mucho me encontré con una frase que es muy cierta. Decía, si una persona no puede cambiar algo de su físico en cinco minutos —como peinarse o arreglar su labial — entonces no digas nada.

Una persona no puede bajar de peso, eliminar su acné o vello facial, en cinco minutos. Cosas que conllevan infinidad de razones por las cuales están ahí. Las palabras tienen mucho poder. Pueden levantar ánimos y dar fuerza, al igual que pueden hacer que te vengas abajo. Concentremos en mantener el ánimo alto, las fuerzas y las ganas arriba para hacer de este mundo uno con la mejor autoestima.

Comments

comments

MORE CONTENT

sign up to our newsletter.

Enter your email address to subscribe to this blog and receive notifications of new posts by email.

   
MILLENIALS & MIMOSAS
about us / contact
%d bloggers like this: