La cantante Kesha ha estado viviendo los últimos dos años peleando por su libertad. Desde el 2014, se encuentra en una pelea legal en contra de su productor Dr. Luke. Siendo sumamente valiente desde hace dos años, confesó que había sido violada y agredida por él, causándole angustia emocional al punto de entrar a rehabilitación en causa de esto. Kesha es de las pocas artistas que ha confesado sufrir desórdenes alimenticios como la bulimia; sufrió depresión, ataques de pánico, entre otras enfermedades generadas por la violencia física y emocional que su productor le causó. Kesha confiesa que su productor Dr. Luke, la drogó y violó mientras estaba inconsciente al inicio de su carrera y hacía comentarios despectivos sobre su peso y físico, llamándola gorda, entre otras ofensas.

En octubre 14 del 2014, Kesha solicitó una demanda en contra del productor que ha trabajado con artistas como Avril Lavigne y Katy Perry,y suplicó el ser liberada de su contrato de 8 años que la forzaba a trabajar con él y la disquera que es Sony Music. Kesha lleva ya mucho tiempo sin sacar una canción, vídeo, álbum y es lo que más quiere, pero no puede: se niega a seguir trabajando con alguien que ha abusado de ella física y mentalmente. Sin embargo, al parecer, no es tomada en serio. Dr. Luke también la demandó, acusándola de difamación e incumplimiento de contrato. Esto llevó a largos y tormentosos meses para Kesha que no sólo alargaron su batalla en contra del que es su violador, sino que también la decisión de la jueza al final no fue a favor de ella como debió haber sido.

Tras larga espera, la jueza de Nueva York le negó su petición de ser liberada de su contrato, pudiendo trabajar con otro productor. Kesha comenzó a llorar al escuchar la decisión de la jueza.

No puedo imaginarme la impotencia y frustración que debió de haber sentido en ese momento. Por sobre todo, humillada. Es una burla el que no seas tomada en serio porque no existen suficientes “pruebas” en contra de tu agresor. Se ha convertido en costumbre ver cómo miles de mujeres no son tomadas en serio cuando se trata de estos casos; no es fácil el alzar la voz y confesarle al mundo que has sido atormentada y que alguien ha robado de tu vida algo que no se regresa y es irreparable, que es tu tranquilidad. Kesha dice que no se siente segura estando cerca de este hombre, y aun así, la obligan a continuar su contrato y trabajar donde es muy posible que se lo tope. Es una burla y es totalmente absurdo; es claro que esta jueza, a pesar de ser mujer, no esta siendo justa.

Apesar de que no se haya visto justicia, muchísimos fans de la cantante (y otros que, a pesar de no ser sus fans, la recordamos de nuestra adolescencia) se sienten frustrados por ver lo que le esta pasando. Ya no es Kesha la artista, es Kesha el ser humano. A nadie se le debería negar la tranquilidad y paz como a ella, que es por lo cual se crearon los hashtags #FreeKesha y #BoycottSony.

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